la milla verde
The Green Mile
Director: Frank Darabont.
Guión: Frank Darabont, basado en una historia de Stephen King.
Intérpretes: Tom Hanks, David Morse, Bonnie Hunt, Michael Clarke Duncan, James Cromwell, Graham Greene, Sam Rockwell.
Música: Thomas Newman.
Fotografía: David Tattersall.
EEUU – 1999 – 168 minutos.
Otra vez King
Tras la radiante adaptación de “Rita Hayworth & The Shawsank Redemption”, Frank Darabont repitió dos fórmulas: el (sub)género carcelario y la adaptación de una novela de Stephen King (en esta ocasión cuento por entregas, homónimo, en España editado con el título “El pasillo de la muerte”). Sin embargo, The Green Mile presenta notables diferencias a su precedente, especialmente temáticas, y ya desde su sustrato literario: en esta ocasión nos hallamos ante seres (John Coffey –Stephen King llamó la atención sobre las iniciales JC-) y acontecimientos fantásticos como motor de la trama, cuyos recovecos dramáticos (que haberlos haylos, y tratados con suma maestría por Darabont) se hallan subordinados en todo momento a esa filiación temática. Por otra parte, Darabont rehuye en todo momento desviarse del tono de fabulación que reviste la narración que adapta (en eso sí vemos claras concomitancias con Cadena Perpetua), y el placer reside (más en el apartado del guión, como siempre suscrito por el director) en la narración propiamente dicha. A diferencia de su opera prima (y también de The Majestic, tercer filme de Darabont y auténtico paso a delante en su trayectoria cinematográfica), aquí no existe un desenlace climático que precise el sereno avance de la narración: la historia de John Coffey y los celadores tiene su culminación en el trayecto, no en el desenlace, por lo demás conocido. Eso tiene que ver con que probablemente Darabont rubrique aquí su propuesta menos redonda, pero también acaso la empresa más complicada.
Intensidad
La larga duración del filme es lo que Darabont precisa para desarrollar esa celebración de la narración: en otras manos, idéntica historia pudiera despacharse en una hora y media, y Darabont emplea casi el doble, y quizá presenta ciertas demoras en algunos segmentos más o menos superfluos –a mi parecer, las intervenciones de la esposa de Hanks, o el desarrollo de la subtrama de la curación de la esposa del alcaide (Patricia Clarksson)-, pero por otra parte logra imprimir suficiente carga emocional –e incluso la alternancia entre lo dramático y los pequeños gadgets humorísticos- para conseguir un clima de innegable intensidad.
El Bien y el Mal
En uno de sus últimos compases, The Green Mile revela su cara más agria, se aleja de la asepsia aparente y de los posibles discursos de filiación católica –a la sazón patrocinados por el propio Stephen King-, y revela a Coffey como un auténtico justiciero, cuya capacidad para deslindar el bien y el mal (términos de constante referencia en el filme, y presentes claramente en la descripción de los personajes) es pareja a su capacidad para dar (y recibir, entendemos) vida, y que es bien capaz de decidir un amargo destino para aquéllos que, como Billy el Niño o como Percy, enturbian con su maldad el equilibrio y la paz.
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