magnolia
Magnolia.
Director: Paul Thomas Anderson.
Guión: Paul Thomas Anderson,
Intérpretes: Tom Cruise, Julianne Moore, John C. Reilly, William H. Macy, Jason Robards, Phillip Baker Hall, Phillip Seymour Hoffman.
Música: Jon Brion.
Fotografía: Robert Elswitt
EEUU. 1999. 185 minutos.
Relaciones humanas
Dice Paul Thomas Anderson que Magnolia nació como un pequeño proyecto sobre vivencias de ordinary people en Los Angeles y sobre sentimientos llevados al extremo. Sin duda que se le fue la mano (que no de las manos), ya que Magnolia se convirtió en una película de tres horas + títulos de crédito, que no tiene nada de humilde ni de recogido, sino que lleva un paso más allá las consignas narrativas y estilísticas de su realizador (aunque un paso menos de los ribetes surrealistas ya desatados de su ulterior obra, la impresionante Punch-Drunk Love) y se erige en una auténtica sinfonía de relaciones humanas llevadas al límite, de temas tan universales como el amor y la muerte.
Montaje, diapasón
Resulta harto atractivo el modo en que el realizador de Hard Eight traslada sus postulados temáticos al libreto del guión y después a la pantalla: utilizando diversos nexos (a menudo, más circunstanciales que relacionales), va desgranando las hojas de la existencia de un puñado de personajes arrojados por los azares de la vida a situaciones extremas, desesperadas, titubeantes en el filo del abismo. No se trata sin embargo de una simple reinvención de los postulados de Carver y Altman (Short Cuts, y derivaciones), sino que la ambición de la narrativa arriesga la historia al punto de concatenar las situaciones narradas en una estructura secuencial que abre sus compuertas a diversas situaciones a la vez pero que, por mor de esa construcción cinematográfica, se guían por idéntico patrón: aquí no se trata de yuxtaponer situaciones mediante diversas secuencias, antes bien de yuxtaponer situaciones en el curso de una misma secuencia. De este modo, el montaje (revela su mayúscula importancia en el engranaje cinematográfico y) se convierte en auténtico diapasón de las aflicciones que la historia nos va proponiendo, mediante diversos crescendos o clímax en los que hay una planificación milimétrica, y de portentosos resultados.
Actores
La tarea de Anderson en el alambicado imposible de la narración es digna de los mayores aplausos, pero no es menos cierto que el elenco interpretativo viste esa lírica a la perfección, y las interpretaciones de Philip Seymour Hoffman, Philip Baker Hall, Julianne Moore, Jason Robards, William H. Macy, Tom Cruise y John C. Reilly (y me dejo algunos) son de las que dejan huella.
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