Blogia
VOICE OVER

King Kong

King Kong

King Kong.

Director: Merian C. Cooper, Ernst B. Schoedsack.

Guión: James Ashmore Creelman y Ruth Rose, basado en una idea de Merian C. Cooper y Edward Wallace.

Intérpretes: Fay Wray, Robert Armstrong, Bruce Cabot, Frank Reicherd, Sam Hardy.

Música: Max Steiner.

Fotografía: Edward Linden.

EEUU. 1933. 87 minutos.

 


 

 

Espectáculo

 

 

Nadie se resiste a admitir hoy en día que King Kong es, amén de una indiscutible obra maestra del cine, una de las más visibles precursoras del concepto mesiánico del cine fantástico, esto es la búsqueda de la máxima espectacularidad al mayor precio: el rodaje en exteriores, la creación de diversas marionetas articuladas y su fusión con la imagen real, así como el uso de transparencias y demás artesanía del primigenio concepto de efectos especiales, todo ello articulado para lanzar a las plateas el macroespectáculo en que esta King Kong se erige. Y todo ello en 1933, contextualización histórica que ayuda a precisarnos el auténtico viaje cinematográfico que supuso la filmación de la película.

 

 

    En la cima del mundo

 

Parece fácil buscar en el personaje de Carl Denham –el protagonista del filme- un parangón a la figura y trabajo de Merian C. Cooper y su colega Ernst B. Schoedsak, intrépidos aventureros –y visionarios- del Séptimo Arte, que cazaron a la bestia del espectáculo en mayúsculas, y lo entregaron a la civilización, en el espectáculo de Broadway –de los cines- tanto como en la mismísima cima del Empire State Building–, que es el escenario del clímax del filme y pasó a convertirse, por derecho propio, en uno de los iconos más reconocibles del cine-.

 

 

    Pura magia

 

Y no podemos dejar de hablar del apoyo inestimable que a las imágenes ofrece la sensualidad personificada en el cuerpo, de belleza sublime, de Fay Wray, primera auténtica heroína del erotismo en el cine, capaz de conectar –en esa maravillosa metáfora en la que la completa película se erige tanto textualmente como desde el punto de vista exegético- la racionalidad con lo inverosímil, lo lógico con lo asombroso, lo material con lo mítico, la realidad con el sueño. King Kong es sin duda uno de los títulos referenciales del cine fantástico y del Séptimo Arte en general, y uno de esos escasísimos momentos en los que, aún ochenta años después, las imágenes logran sugerirnos que, allende la brillantez de sus creadores, alguna intervención inabarcable por la razón humana, quizá algún mecanismo inconsciente, se ha adueñado de las imágenes y ha conseguido extraer… pura magia.

 

0 comentarios